martes, 17 de junio de 2008

Donde el desierto se junta con el mar

Donde el desierto se junta con el mar. Allí es donde he ido a parar después de dar muchas vueltas por el mundo. Aún no sé cómo he acabado aquí pero el hecho es que he llegado a donde quería llegar. Entre el calor abrasivo y la arena suave del desierto que me quema la piel y el mar que baña mi cuerpo y lo mece suavemente mientras borra todo lo que traía conmigo. Limpia las manchas de sangre, los golpes, las magulladuras, los morados, todo desaparece y me dejo hundir hasta que simplemente floto en el mar. Porque el desierto me ha curtido pero al final siempre vuelvo al mar que me ha parido y me ha hecho la persona que soy. Y atravesaré todos los desiertos que hagan falta para llegar al mar, porque soy agua, pero ya no un río pequeño que va a morir al mar, sino que soy océano, enorme, inmenso, azul y me como tus riachuelos insignificantes porque ya no marcas mi camino, sino que vago libre por el ancho mar, porque yo soy el mar, porque ya no soy rio nunca más. Y aunque mil veces tenga que andar sedienta por los desiertos de la vida no dejaré de pensar que siempre, al final está mi mar donde soy yo y nada ni nadie me puede alcanzar. Donde el desierto se junta con el mar, es el lugar donde uno llega aunque no quiera llegar y donde sabe que siempre quiso estar.