Aquella noche me bañé en un mar de cristal. Un mar de cristal que rasgaba mi piel cada vez que salía a la superficie para respirar, aunque lo hacía de una manera suave e indolora. El agua se iba tiñendo de rojo pero no me preocupaba. Al mirar hacía el horizonte, mientras flotaba en el agua helada, contemplaba el mar duro que parecía que estaba congelado, solamente se rompía en la zona en la que yo nadaba. El resto, era un mar blanco y frío, muerto, solitario. Aún no sabía que hacía allí pero una cosa tenía clara, ese mar era mío y debía descongelarse, yo debía nadar en él a mis anchas. Así estaba escrito y nada ni nadie iba a impedírmelo. Decidí salir del agua y caminar sobre la superficie cristalina en busca de la solución. Sabía que el camino sería largo y tortuoso, aún así estaba decidida. Desnuda, con cortes en todo el cuerpo y aterida de frío emprendí el camino, el sol salía por el este y yo iba a seguirlo...
Os tengo abandonaditos, últimamente no tengo mucho tiempo para escribir y ya lo voy echando de menos. Prometo no tardar tanto. Ventilador de madera!! Ya he arreglado lo de los comentarios anónimos, si alguien más ve algo raro o no puede postear que me mande un mail y me diga, que no tenía ni idea de que no permitía comentarios anónimos. Sorry. Besos a todos.
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