lunes, 18 de febrero de 2008

Donut glaseado

Al llegar a casa se dió cuenta de que no había comido desde hacía horas. Encima de la mesa había un donut glaseado. Le pareció tan apetecible que apenas dudó. Se lo comió casi de un bocado. Horas después nadaba entre peces tropicales en su cama. Siempre pensó que aquel donut estaba maldito pero lo cierto es que simplemente estaba bañado en ácido. Cuando me lo contaba siempre envidiaba no haberme comido yo el donut y poder nadar en el pacífico desde mi propia cama. Qué manera de desperdiciar un donut, sobretodo teniendo en cuenta que él no sabía nadar.

1 comentario:

dotdogson dijo...

jajaja, me ha encantado el final, jajajaja