Blog personal de Anabel Vélez. Periodista musical colaboradora de las revistas Ruta 66, Ritmos del mundo y la web MétronomeMusic. Lectora empedernida, cinéfila absoluta, melómana hasta las trancas. Escribo relatos y los publico aquí.
martes, 16 de octubre de 2007
¿Qué me pasa doctor?
Hace días que me duele el corazón. De repente una noche me desperté sudorosa y agitada, el corazón me latía a mil por hora. Al principio pensé que había tenido una pesadilla y me tranquilicé pero esa noche ya no pude pegar ojo. El dolor persistía. Un dolor agudo y constante. Después desapareció durante unos días y me quedé tranquila, pero de nuevo, una noche, zas, un pinchazo y vuelta a empezar. Estaba asustándome. ¿Estaría a punto de darme un ataque al corazón?, me preguntaba. Soy demasiado joven, no puede ser, me repetía una y otra vez. Así que acojonada me fui corriendo al hospital. En urgencias me hicieron varias pruebas pero no encontraron nada. Me recomendaron valeriana para dormir. Genial. Viva la sanidad pública. Como no conseguía quedarme tranquila y el dolor no se iba decidí ir a un especialista del corazón. Un amigo me recomendó un médico que era una eminencia en este órgano del cuerpo. Fui a su consulta. Era un despacho decorado como si aún estuviéramos en el siglo XIX. Me gustó. Me gusta lo viejo, los muebles con solera que no con termitas, el olor a cuero gastado de los sillones, los libros de tapa dura y ricamente decorados, !qué demodé! ¡qué decadente! pero, ¡qué acogedor!. El doctor parecía un sabio, con una barba blanca copiosa, era mayor pero se notaba que sabía de lo que hablaba. Ya desde el principio me dio buena impresión. Me hizo muchas preguntas que al principio yo no entendía que tenían que ver con mi corazón pero confiaba en él y las respondí todas. Cada vez que yo respondía a una pregunta lanzaba una exclamación, un silbido...Luego me hizo un montón de pruebas en otra sala, más moderna pero aún así acogedora. Me hizo pasar por una pantalla de rayos X mientras exclamaba extasiado a cada nuevo descubrimiento. Me tumbó en una camilla y con la más moderna tecnología, me introdujo catéteres y tubos varios hasta llegar al corazón. !Ajá!, exclamó con júbilo. He aquí el problema. ¿Qué me pasa doctor?, pregunté angustiada. ¿Tiene cura? A lo que el doctor me contestó: Jovencita, tiene usted una acumulación de dolor, sufrimiento, rabia y decepción. Algo terrible, terrible. Yo ya me veía metida en una caja de pino. Pero no se preocupe, me dijo. Esto tiene solución y se lo voy a arreglar en un periquete. Colocó un cubo metálico al lado de la camilla, cogió un bisturí y sin anestesia ni nada me hizo una incisión debajo del pecho en el lado del corazón y de repente empezaron a brotar mil palabras que fueron cayendo ruidosamente sobre el cubo. Miedo, adiós, muerte, dolor, engaño, traición, miserable, monstruo, lágrimas, decepción, odio, rabia, pena, pasado, tú, yo, ellos,...Así hasta que ya no quedó ni una gota, luego, el doctor me cosió gracilmente la herida sin dejar ni una cicatriz. Cogió el cubo con mis palabras y lo tiró por el desagüe. Me gasto una millonada en tuberías, me dijo jocoso, no veas como corroen estás cosas. Luego me recetó, jalea real, pasear al sol y nadar. Y muy seriamente me dijo: Jovencita, haga usted el favor de la próxima vez sacar esas cosas por la boca que es por donde deben salir. Lo miré atónita y le dí las gracias. De nada, me replicó. Espero no volver a verla a usted jamás y sonrió. La enfermera la acompañara a la puerta. Me dio la mano y se marchó. Me costó unos segundos recuperarme pero cuando lo hice, me levanté y me fui de allí. No sé yo si esta es la praxis más adecuada pero desde luego dio resultado. Ya no me dolía el corazón. La puerta de madera de roble se cerró tras de mí, entonces vi la placa en la que antes no me había fijado. Especialista en Males del Corazón, que no de corazón, aclaraba. Umm. Tenía razón.
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5 comentarios:
¿Tienes el telefono de este especialista maravilloso?...
Bum-Bum....ay!
Hola, parece un médico que podemos llegar a precisar muy seguido y en las ocasiones menos esperadas. Me ha gusatdo. Ya te añadí a mi lista de enlaces favoritos. Saludos!
Hay que ver, espero que no sea demasiado autobiográfico. No ves que los tienes a todos rendiditos a tus pies con tu talentosidad ?
XDDD
El talento consiste en saber, poder, compartir las cosas con el resto del mundo de manera que puedan conectar con lo que cuentas.
Y tú conectas querida.
Besotes curalo-todo
Gracias a todos, ya veo que el doctor amor tiene muchos seguidores, lástima que no sea real sino me parece que se iba a forrar, jejeje. Gracias budokan por añadirme, me alegro de que te gustase la historia. Wendy!!!!!! No es demasiado autobiográfica, algo siempre hay, para que negarlo, pero es una historia más bien pasada aunque este escrita ahora. ;-) Gracias por tus palabras. Me gustado lo de conectar. Es muy bonito. Besos a todos!
Me encanta este doctor! yo también quiero. Sí que va de doctores la cosa, aunque para mis males me quedo con el tuyo ;) es adorable! Me ha sorprendido mucho y es que este doctor es un sabio, todas esas cosas deben salir por la boca.
esta historia me ha enganchado!
pd: este finde in-edit...
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