lunes, 5 de marzo de 2007

lluvias de barro

Muralla infranqueable. Eso es lo que veo. Un alud de barro y lluvias torrenciales han anegado la ciudad destruyéndolo todo. No queda nada, sólo barro, montones y montones de barro. Una gran montaña de lodo se ha creado del choque de las tierras movedizas con el monte que separaba la ciudad del resto del mundo. Una montaña que se ha fraguado en un oleaje de lodo y cieno. El sol la ha secado formando un promontorio enorme. He decidido subirlo para ver la destrucción en toda su magnificencia. Me he puesto mis botas de agua y lentamente y con dificultades he subido la montaña. Hace frío. La gran mole hace sombra sobre mí. No sé que me deparará el otro lado, algo debe haber. No lo sé, nunca me atreví a ir más allá del límite de la ciudad, no sé porque. Creo que tenía miedo. Ahora que puede que no haya nada más allá, decido marcharme a ver el mundo. El otro lado me espera, sólo esta mole de barro me impide llegar allí. A media tarde y después de muchos esfuerzos consigo alcanzar la cima. Al otro lado, el mar...El inmenso océano. Todo lo que me separaba de él quedó destruido por el barro, ahora ya estoy aquí y él me espera. No sé porque siempre pensé que habría algo malo al otro lado y ahora resulta que detrás de la gran mole sólo estaba el mar esperándome.

2 comentarios:

princess dijo...

Gracias Anabel por tu historia
Es cierto aveces se necesita de que situaciones que no podemos controlar para que nos hagan ir mas alla de la seguridad que conocemos o de las limitaciones que creemos tener.
Que tengas un excelente dia
tu amiga

lenoreanabel dijo...

Gracias princess a tí por leerme y por tus palabras. Igualmente, feliz día!!!!!!!