lunes, 14 de mayo de 2007

Pantano

Mientras recorría el pantano, se preguntaba que hacía allí. ¿Qué la había llevado a estar metida en el agua hasta la cintura, rodeada de plantas, cocodrilos y serpientes y con el lodo asentado a sus pies? Quizás fue aquel día que perdió el norte, aquella noche aciaga en la que cayó hasta lo más bajo y al día siguiente no supo quien era o lo que hacía. Nunca había llegado tan lejos. Pensó que se recuperaría pero lo había perdido. Perdió el don, el don que una vez tuvo y creía que era ella. Ahora ya no lo tenía, ahora ya no era ella. No sabía a donde iba, ni que iba a hacer. Estaba perdida, sin ese don no era nadie. Antes cogía su guitarra y jugaba con su voz a crear, crear melodías que iban más allá de si misma. Ahora su guitarra era un trasto inútil. Su voz se perdió en la negrura de la noche y nunca más volvió. Lo había probado todo, pero nada había servido. Y ahora, estaba ahí, en el pantano que la vio nacer dispuesta a venderle su alma al diablo por volver a ser lo que una vez fue.Había dejado atrás la barca en la que venía, a partir de ahora, tendría que ir a pie. La bruja la esperaba. Su cabaña estaba perdida en lo más profundo del pantano, en un lugar donde solo la podía encontrar los desesperados como ella. Los que estaban dispuestos a todo por recuperar aquello que perdieron o conseguir aquello que nunca tuvieron, a cualquier precio, por alto que fuese. Delante de la cabaña, después de horas de vagar entre las aguas pantanosas, dudó. Pero apenas fueron unos segundos. Ella lo sabía y la esperaba. La esperaba entre oscuridades, velas ardiendo y ojos expectantes. Hicieron un pacto. Ella lo cumplió. Mientras la bruja tiraba las runas sobre un sapo muerto y abierto de par en par con las tripas fuera, los ojos se le ponían en blanco y sonreía maquiavélicamente, en éxtasis. Le daba miedo pero no le importaba. Volvería a ser la de antes. Cuando se marchó, volvió a recuperar la voz, pero perdió algo en el camino, algo que quizá en un futuro, echaría en falta.Una semana después volvió a grabar y un mes más tarde ya daba su primer concierto. El regreso más esperado, lo llamaban. Su voz había vuelto pero no era la misma. Ya no era clara, ya no era limpia. Ahora era pantanosa y oscura como la noche. Marcada por la vida. Ya no era la misma. Nada parecía hacerla feliz, solo cantar, pero una vez que bajaba del escenario, no quería ver a nadie. Simplemente, desaparecía. Se volvió un bicho raro. Encerrada en su castillo de cristal sin dar señales de vida salvo cuando tenía que cantar. Toda esa gente que siempre estuvo a su lado desapareció, se fue o ella los apartó. Estaba sola, pero tenía su voz. Creía que era feliz pero no era cierto. Perdió algo en el camino que pensó que no necesitaría. Se equivocó. A los pocos meses, la encontraron, muerta, fría como el hielo, sola en su mansión de cristal. Hacía días que había fallecido, pero nadie se dio cuenta, ya no se relacionaba con nadie. Estaba sola. A su entierro privado asistieron pocas personas, una de ellas destacaba sobre las demás, nadie la conocía. Una mujer negra, misteriosa, sonriente y de blancos dientes. Todos se extrañaron, nadie entendía la causa de su muerte, menos el forense que al hacer la autopsia encontró que faltaba algo. No tenía corazón. En su lugar había un vacío negro e inhóspito. En el funeral no se oyó música, ni siquiera la suya. Sólo un retumbar de tambores, un corazón latiendo con fuerza en la mano de una vieja bruja de un pantano oscuro y perdido a donde solo llegaban los desesperados.

4 comentarios:

isaac dijo...

lenore, no se que decirte, me quedo impresionado con cada relato tuyo. me encanta como escribes y tu forma de contar las historias. que los Dioses del Olimpo te tengan en gracia! jeje..

este pantano está dedicado a alguien en particular?

lenoreanabel dijo...

Hola isaac,
Gracias por pasarte y por tus palabras. Me alegro que te guste. La verdad es que no está dedicado a nadie, me vino de dentro, no se de donde, últimamente estoy haciendo revisión del pasado y sacando cosas para fuera. quizá era un resquicio que tenía escondido por ahí. La verdad es que si gusta, me alegra que haya salido. ;-)Ya he conseguido aclararme con el foro blasfemador o sea que creo que a partir de la semana que viene no estaré tan perdida. jejeje.

JoFz dijo...

He estado de puente, llego y te leo, esta noche seguramnete te vea, o mañana, que bien.
Pregunta Isaac si hay dedicatoria en la historia, yo creo que lo que hay es un camino hacia los clásicos, desde Juan Sin sombra hasta Fausto, Jesús dijo que tururú y Stevenson lo metio en una botella. El diablo y sus negocios.

lenoreanabel dijo...

Qué grande eres gus! Qué visita más breve. A ver si la próxima podemos hablar con más calma. Besos.