Madrid mon amour

He estado unos días disfrutando de la maravillosa Madrid, esa ciudad que cada vez me gusta más. Con el tiempo le he cogido cariño, la verdad es que durante bastantes años le tenía manía y no me gustaba demasiado, pero con el tiempo y algunas visitas reveladoras estoy descubriendo el Madrid que me gusta. Como todas las ciudades, cada uno tiene que encontrar su Madrid. Esta vez el mío ha sido el de las exposiciones. Primero Eugène Atget en la Fundación Mapfre, un maestro cuyas fotografías perduran más allá del tiempo. Transmiten más allá de París, la ciudad que protagonizó casi todas sus fotografías, a través de ellas conocemos el París de finales y principios del siglo pasado. Es como viajar en el tiempo y recorrer las callejuelas de ese París ya perdido pero no olvidado gracias a sus imágenes. Fui dos veces a verla.

Luego, Cristina García Rodero en el Círculo de Bellas Artes con su expo, Transtempo, su último trabajo de fotos de Galicia.
http://www.circulobellasartes.com/ag_expo.php?ele=133
Y además subir a la terraza del Círculo, por primera vez he visto una vista de Madrid desconocida para mí, la de las alturas. Una vista de pájaro, desde esa terraza presidida por la diosa Minerva. Majestuosa e impresionante. Aquí tenéis la ventana que le dedicó Jofz http://www.jofzblog.com/2011/04/ventana-de-minerva-archivo.html y por supuesto, también la mirada de Jofz sobre Madrid. http://www.jofzblog.com/2011/07/ventana-de-poster.html aquí una pequeña muestra, pueden ustedes ver su exposición en la cocktelería Guau de Madrid (Calle Príncipe 26). También es el Madrid del Reina Sofía donde salí enamorada por recomendación de Jofz también (muchas gracias!!) de la japonesa Yayoi Kusama, una de esas exposiciones que van más allá de los sentidos, que crean emociones.

Infinity Mirrored Room. Filled with the Brilliance of Life

Entrar en esa sala de espejos infinitos es pura emoción. La ha creado expresamente para esta exposición que nadie que esté o pase por Madrid debería perderse. Más allá de los sueños, las pesadillas y el mundo interior de Kusama, más allá de todo eso estamos nosotros sintiéndonos transportados a sus imágenes. Impresionante. Y en el Reina Sofía también un pequeño descubrimiento, James Castle, sencillo con su exposición Mostrar y almacenar. Creaba para sí mismo. Para su interior, desde su interior, desde su emoción. Jugando con cualquier papel o cartón que cayese en sus manos. Creando mundos sencillos y emotivos. Perfecto en su imperfección.

http://www.hoyesarte.com/exposiciones/1/9853-james-castle-autodidacta-sordomudo-y-analfabeto.html
Aquí un artículo sobre su singular trayectoría artística.

Y para colmo en ese paraíso del libro que es la cuesta de Moyano, encontré MI
LIBRO. La Colina de Watership de Richard Adams, edición de 1975. Casi pego un grito de la emoción, es mi libro favorito de todos los tiempos, desde que lo leí me enamoré de sus historias animalísticas, de esos conejos que emprenden una aventura singular, emocionante y emotiva, única. Estaba buscando una edición desde que me lo dejaron para tenerlo y esta no solo me ha encantado sino que me buscó, ni siquiera miraba, saltó a mis ojos de repente, como queriendo irse conmigo.

También fue el Madrid de los amigos con los que pasear y callejear con los que descubrir un japonés delicioso, de los amigos y familia con los que salir hasta las tantas de la mañana y echar unas risas, con los que compartir anécdotas. Vamos, de la gente que quiero. Un Madrid infinito que cada vez me gusta más.