Sol. Hasta aquel momento el sol simplemente estaba ahí, pero aquella mañana se despertó y algo había cambiado. Ahora, todo era diferente. Hasta entonces apenas miraba el sol, estaba ahí. Por la noche había soñado con tormentas solares, mares de luz y rayos incandescentes. Soñó que se bañaba en los mares del sol, que se abrasaba en su luz y disfrutaba. Al despertarse se levantó y se dirigió hacía la ventana, la abrió de par en par y dejó que la luz del sol le bañara. Notó la energía que corría por sus venas extendiéndose por su cuerpo, en oleadas de placer... y entonces, lo supo. Todo empezaba a tener sentido. La semana anterior, en las noticias no paraban de hablar de que en breve habría fuertes tormentas solares que afectarían a las comunicaciones. Tenía que averiguar cuando serían exactamente y una vez hecho esto, emprender el camino hacia el sol. Los médicos recomendaban el uso de gafas especiales y cremas de protección solar de factores extremadamente altos. La intensidad con la que el sol brillaría podría ser perjudicial para la salud humana. Suponían que el agujero de la capa de ozono podría tener algo que ver. Todo tenía sentido entonces, por eso empezó una búsqueda desesperada para encontrar el punto más alto del planeta y una vez localizado, pagó lo indecible para alcanzarlo el día y a la hora prevista. Vendió todo lo que poseía y lo que no poseía también, abandono a los suyos y su tierra, su hogar, todo y se marchó. Creían que había enloquecido, pero nada ni nadie podrían evitar que hiciese lo que tenía que hacer. El sol le esperaba. Los rayos solares empezaron a causar estragos sobre la tierra, las cosechas se secaron en apenas horas, los incendios empezaron a quemar por todo el planeta, los océanos se evaporaban, todo el mundo se protegía y se escondía de la luz. Y mientras, en lo más alto del planeta, alguien abandonado a su suerte por voluntad propia, se dejaba bañar por los rayos de calor. Mientras su piel se desmenuzaba quemándose y perdía capa a capa de su cuerpo, lo único que sentía, más allá del dolor, era la luz. La luz lo inundaba, lo cubría y rodeaba, cada vez más cerca del centro de su ser. Hasta que en el último instante, llegó a su corazón, lo único que permanecía y entonces, dejó de existir para ser luz. Nunca supieron que había pasado. Desapareció y no dejó rastro. El sol se lo había llevado.
4 comentarios:
buf
"Sometimes I burn like a dot on the sun, with no one knowing..."
You are.
Pearl Jam.
Muy chulo, Lenoreanabel!
Hola gus!! Espero que el buf sea que te ha gustado aunque sea un poco oscuro. He visto 'Sunshine' la peli y me encantó, me dio la idea. Ve a verla!!!
Yo también vi la pelicula y me dejo sin habla.
Buf... así recuerdo el sonido de los cuerpos al contactar con los rayos de sol, buf y una nubecita de polvo.
Y tú ya sabes que siempre me gustas, voy a leer la siguiente historia, que te tengo ganas ;-)
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