viernes, 7 de diciembre de 2007

No mires a los ojos de la gente, me da miedo, siempre mienten...

Aquella mujer pasaba todos los días por delante de mi tienda. Tenía una maravillosa melena leonina negra azabache. Nunca le veía bien la cara, pero su porte era majestuoso, con estilo, delicado y a la vez fuerte. No paraba de pensar en ella. Siempre pasaba a la misma hora y yo me quedaba embobado mirándola. Pasaban los días y mientras el trabajo se tornaba monótono, lo único que conseguía animarme era pensar en que la vería a ella pasar con su melena ondeando al viento, con prisas, hablando por teléfono o mirando distraidamente al otro lado de la calle, o cargada de paquetes, siempre, ella y su melena. Nunca le veía la cara pero sabía que era bella. Increíblemente bella. Un día se paró. De golpe. Justo delante del cristal del escaparate. Se paró y se giró para mirarme. A mí. Me miró. Lo que había estado deseando desde hacía meses por fin se iba a hacer realidad. Me miró. Me miró con unos intensos ojos rojos. Todo se oscureció de repente. De su leonina melena salieron como embrujadas un sinfín de serpientes sibilinas que me miraban con rojos ojos amenazantes y me enseñaban sus colmillos venenosos y su lengua viperina. Y la miré a los ojos. Esos ojos inyectados en sangre que tanto había ansiado ver y lo único que vi fue oscuridad y terror. Y de sus labios coronados por unos colmillos afilados como en un susurro de lengua bífida me dijo: No mires a los ojos de la gente, ten miedo, siempre mienten...Y desapareció. Todos los días a la misma hora pasaba la misma mujer por delante de la tienda, pero ya no había nadie allí. El escaparate estaba vacío y la tienda cerrada. Su dueño...quién sabe donde estará, quizá se convirtió en estatua por no hacer caso de lo que dicen: No mires a los ojos de la gente, siempre mienten...

3 comentarios:

gus aneu2 dijo...

Víctima de medusa, ¿seguro que anda por ahí suelta petrificando tenderos?
Como me gustaban los golpes bajos, cuando vaya a ver a teniente a ver si me acuerdo de buscar algo.

M.V. dijo...

A buscar entonces ojos esquivos en los que confiar por temerosos de guardar su vida... ¿no? Yo prefiero de todos modos convertirme en piedra por mirar a los ojos que mienten, que quedarme embelesada y atrapada por su mundo irreal.

(Estuve en NY en agosto. Con un calor húmedo de espanto. Es una ciudad increíble. Está llena de tantas cosas que hay que volver para verlas todas!

Se me pusieron los dientes largos leyendo sobre tu estancia en Paris y Viena)

Anónimo dijo...

NO MIRES A LOS OJOS DE LA GENTE... TE DA MIEDO ... SIEMPRE MIENTES..... TE ESCONDES EN EL CUARTO DE LOS HUÉSPEDES....


http://www.youtube.com/watch?v=GVFLcz27XeM&feature=related

creo que ahora mismo un "sin palabras es mejor que nada!..