miércoles, 14 de febrero de 2007

Espejo


Esta mañana me he levantado pronto. No ha sido porque haya querido. Simplemente me he desvelado y luego no me he podido dormir otra vez. De hecho, cuando me he despertado eran las cinco de la mañana. He dado vueltas y vueltas en la cama como una peonza. Luego me he levantado, he caminado, he leído, he comido algo, he hecho el tonto hasta que me he cansado. Me he vuelto a meter en la cama y nada. Al final cansada de estar cansada he desistido y me he puesto delante del ordenador a escribir varias cosas que tenía pendientes. A las pocas horas, he parado para hacerme un té y desayunar algo. Luego, he ido al lavabo. Me he mirado en el espejo. Por unos segundos me he quedado mirando. Absorta. Han sido apenas unos segundos en los que me he mirado fijamente, casi sin moverme, solo observándome. Supongo que la cara de cansancio y sueño, las ojeras profundas, el sueño que grita dentro de mí. Y luego me he ido. O eso he pretendido porque cuando he querido salir me he visto atrapada. ¿Atrapada en el cuarto de baño? No. Atrapada en el espejo. No he podido salir del marco, he chocado una y otra vez contra él como si fuera una pared gruesa, infranqueable. He caminado hacia el extremo contrario y me ha vuelto a pasar lo mismo. Estoy desesperada, es el sueño, el sueño puede conmigo. No estoy atrapada. No estoy secuestrada por un espejo. He empezado a personalizar el espejo a animarlo como si estuviera vivo, a escupirle, gritarle, insultarle. Sin resultado. Me ha secuestrado. Estoy atrapada en este espacio pequeño que solo muestra la parte del lavabo que refleja el espejo. He intentado calmarme y vencida por el cansancio después de gritar y patalear durante horas me he tumbado en el suelo y creo que me he dormido. ¿Pedirá el espejo un rescate por mí? Me he despertado y he visto angustiada que seguía estando dentro del espejo. Y entonces, me he visto, me he visto al otro lado del espejo. Soñolienta, mirándome fijamente. Supongo que la cara de cansancio y sueño, las ojeras profundas, el sueño que grita dentro de mí. Y luego me he ido. Pero esa otra yo se ha ido, ha salido por la puerta y se ha ido. Y yo me he quedado aquí gritando y aporreando el espejo sin que nadie me oyera, secuestrada, atrapada, sin salida. Un simple reflejo soñoliento.

10 comentarios:

Julio Rodríguez dijo...

Que bonito. Lo ideal: que tu te fueras a trabajar o a hacer tus labores y la otra yo se quedase durmiendo... una pena... jejeje.
De verdad muy bueno.

JoFz dijo...

Leonorabel: hay una pelicula argentina:
http://axxon.com.ar/ecf/e-moebiu.htm
Un grupo de pasajeros de pierde junto a un tren en la red de tuneles de metro de buenos aires, un ingeniero empieza a iinvestigar y descubre que el tre a entrado en una secuencia de movimiento continuo siguiendo los principios de la cinta de moebius.
Y eso unido a una idea que salio en el blog el otro día " aver si la señora va a borrar todas las entradas y desaparecemos" pue eso un grupo de colgaos como nosotros que ponen tanta energia en el blog y las relaciones entre los miembros que al desaparecer por un mosqueo de su creador desaparecen y comienzan a aparecer en páginas web tipo youtube como tú en el espejo, algo así.

Julio Rodríguez dijo...

Muy buena la foto

lenoreanabel dijo...

La foto es una de mis favoritas, la hice con mi lomo. Con esta cámara salen unas fotos chulísimas. Debería usarla más. Gus, no es mala idea a ver si le doy unas cuantas vueltas. Por cierto, ¿¿¿dónde puedo ver tus fotos???

KOKE dijo...

Muy Buen relato... te felicito.

Ahora... una duda...

estás escribiendo todo esto desde el espejo?

lenoreanabel dijo...

jajajaja. gracias jorge. No, logré salir del espejo, quizá otro día explique como lo hice.

Dot Dogson dijo...

Genial! Atrapada en un espejo... Muy bueno.

Campanilla dijo...

Muy bonito. Me ha recordado un poco a "Alicia a traves del espejo".

Campanilla dijo...

¡Gracias por pasarte tambien por mi blog, Leonorenabel!. Me alegro que te haya gustado.

HsA dijo...

Hoy me he mirado al espejo de refilón, así, como quien no quiere la cosa, sólo unos segundos. Y me he resultado sorprendentemente atractivo. Lástima que la enorme mayoría de habitantes del planeta no compartan dicha apreciación. Me he quedado un rato contemplándome. Unas pequeñas vacaciones.