Echo de menos el frío. ¡Quiero que sea invierno! ¿Esto es enero?. Florece la ginesta, los árboles se vuelven locos y yo no hago nada más que pensar en nieve y osos polares. Cierro los ojos y veo las montañas nevadas. Llevo mi gorro, mis guantes y mi bufanda de colores. Tengo las mejillas coloradas, el vaho que sale de mi boca está congelado. Juego a hacer muñecos de nieve, a batalla de bolas con mis amigos. Me siento una niña. ¡Quiero que nieve! Me encanta el mar y bañarme en él en verano, notar el cálido sol sobre mi piel mientras dejo que las olas me mezan en un vaivén suave. Pero cuando lleva el invierno, quiero frío, quiero abrigos y jerseis gruesos, quiero nieve, quiero estufas, bufandas y chocolates calientes!!!!!!!!!!!!! He decidido que me voy al frío. Me he enrolado en un barco que viaja en expedición a la antártida. Tengo toneladas de jerseis de lana gorda, guantes, bufandas, parezco el muñeco de michelin. Ansío el frío. Hemos tardado en llegar a tierras árticas pero ha valido la pena. Al llegar al hielo he sido feliz. Por fin, hielo, nieve, osos polares,...¡¡¡¡¡¡¡Esto es el paraíso!!!!!!!!! El frío estaba aquí, muy lejos de mi hogar. ¿Cuándo volverá el frío allí? Quiero volver a casa.
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